El panorama mundial ha cambiado considerablemente para el sector de carga internacional. Situaciones como la variante Ómicron, el fin de las celebraciones del Año Nuevo Lunar chino y el conflicto entre Rusia y Ucrania, ponen en juego aspectos como el precio del combustible y el gas, así como las rutas tradicionales. Sin embargo, ¿cómo está afectando esto realmente?
Según el análisis de Xeneta, se espera que los transportistas continúen añadiendo capacidad en las principales rutas comerciales, ya que no se ha evidenciado una caída en el volumen de la demanda ni en los fletes.
Lo anterior, afirma la congestión habitual en el puerto de LA/LB. Incluso, los puertos de Washington, Seattle y Tacoma han evidenciado un aumento de embarcaciones que se han desviado para evitar las largas filas fuera de la bahía de California.
La producción industrial desde China y su comercialización están en función de cómo manejen la pandemia. Las consecuencias como restricciones portuarias, aumento o disminución de la demanda, así como la congestión de las rutas comerciales, han sido consideradas por ambas partes, lo cual ha destacado la oportunidad en las negociaciones laborales para llegar a un acuerdo.
La situación entre Rusia y Ucrania ya influenció en los precios del gas y el petróleo, por esto, para evitar un aumento exagerado en los actuales valores, que ya se consideran elevados, se recomienda negociar condiciones preferenciales con otros transportistas, buscando una integración vertical y aprovechando las ventajas de las ofertas durante la temporada de licitación previo a la firma de contratos.
Fuente: Mundo maritimo