Industria marítima en vía hacia la carbono neutralidad

9 Mar por Match Cargo

Industria marítima en vía hacia la carbono neutralidad

Según Forbes, El comercio marítimo desempeña un papel de vital importancia en la economía mundial, es responsable de transportar hasta el 90% de la carga por medio de los 50.000 barcos activos. no obstante, este sector es el responsable de una gran cantidad de contaminación y necesita soluciones innovadoras para reducir sus niveles de emisiones, especialmente si tenemos en cuenta que los niveles de carga se triplicaran para el año 2050. Por lo tanto, es fundamental invertir en combustibles alternativos y puertos para lograr el objetivo del sector de convertirse en carbono neutral para 2050. ¿Se logrará esta meta?

Con el objetivo de cumplir su ambiciosa meta de carbono neutralidad, Maersk ha ordenado la construcción de al menos 13 nuevos buques que usarán únicamente combustibles neutros en carbono. Estos buques se entregarán entre 2023 y 2025 y se espera que sean operados mediante el uso de metano electrónico o biocombustibles neutros en carbono. Sin embargo, alcanzar este objetivo puede resultar complicado, ya que se requiere un aumento en la producción de metano para poder llevar a cabo esta transición.

 

Maersk ha declaró que, una vez que sus nuevos barcos estén en alta mar, lograrán reducir sus niveles de emisiones de CO2 en un millón de toneladas, lo que representa una reducción significativa del 3% respecto a sus niveles actuales de 33 millones de toneladas.

La compañía está invirtiendo en metano ecológico, que se produce a partir de biomasa sostenible, además de biodiésel y amoníaco ecológico, ambos compuestos no generan gases de efecto invernadero. 

 

«Hemos fijado un nuevo objetivo para 2030 en consonancia con la senda de 1,5 ºC de la iniciativa Science Based Targets. Y también para 2030, nuestro objetivo es contar con ofertas ecológicas líderes en la industria para los clientes, incluido el 25% de la carga marítima transportada con combustibles ecológicos, el 90% de las operaciones ecológicas para la logística de contratos y la cadena de frío, y al menos el 30% de la carga aérea transportada con combustible de aviación sostenible»
– Søren Skou, director ejecutivo de Maersk.

 

Según las Perspectivas de la Economía del Hidrógeno de Bloomberg New Energy Finance, el hidrógeno verde podría suministrar el 24% de la demanda global de energía para centrales eléctricas y transporte en el año 2050, lo que a su vez permitiría una reducción del 34% en los niveles de CO2. Sin embargo, para aumentar su cuota de mercado, es necesario que los precios del combustible generado a partir de energía eólica y solar disminuyan significativamente.

 

 

Actualmente, el amoníaco verde se considera un paso intermedio para la industria de transporte marítimo, ya que es un combustible que puede ser producido mediante energía eólica y solar, utilizado por motores tradicionales o pilas de combustible. Según las predicciones de DNV GL, se estima que la adopción generalizada de este combustible comience en 2037 y que para el año 2050 represente alrededor del 25% de la combinación de combustibles empleados en el transporte marítimo.

 

 

El dilema radica en que los barcos actuales no tienen la capacidad para emplear amoníaco verde como combustible, y además la producción del mismo para fines como la fabricación de fertilizantes o productos químicos genera una gran cantidad de emisiones de carbono. No obstante, Samsung Heavy Industries, Lloyd’s Register y MAN Energy Solutions están trabajando en el desarrollo de un buque que pueda ser propulsado por amoníaco.

¿Pero qué sucede con el empleo de créditos de carbono como medida para compensar las emisiones? Este sistema se basa en otorgar créditos a las empresas de transporte si logran producir menos contaminantes de lo permitido por las regulaciones, y estos créditos pueden ser vendidos a otras compañías que no logren alcanzar esos niveles de reducción. Este mecanismo es crucial para las navieras que emplean combustibles poco eficientes y de mala calidad, ya que un sistema de comercio de créditos de carbono las motiva a mejorar su desempeño ambiental.

 

 

En Europa se ha establecido un sistema que obliga a las empresas de servicios públicos, aerolíneas y fabricantes a adquirir permisos por cada tonelada de carbono que emite. Estos permisos tienen un precio lo suficientemente elevado para motivar a las empresas a invertir en las mejores tecnologías disponibles para reducir sus emisiones.

 

 

En diciembre de 2022, la Comisión Europea agregó a las navieras a esta lista, lo que las obliga a comprar permisos de carbono para cubrir el 40% de sus emisiones en 2024 y el 100% en 2026. Este acuerdo incluye todas las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por los viajes que se originan en Europa, pero solo la mitad de las emisiones son generadas por los viajes internacionales.

 

 

La industria marítima se enfrenta un gran desafío para alcanzar emisiones netas de cero. Maersk ha liderado el camino al modernizar sus barcos y utilizar combustibles más limpios. Los puertos de Los Ángeles y Long Beach también están contribuyendo a reducir las emisiones electrificando sus infraestructuras, y en Europa se ha establecido la obligación para las empresas de transporte de adquirir permisos de contaminación y créditos de carbono. En este momento, es crucial tomar medidas para abordar el cambio climático, mantener las temperaturas bajo control y garantizar el crecimiento sostenible del sector marítimo a largo plazo.

 

Fuente: MundoMarítimo