USA vs China: Se modifica el escenario del comercio global
La lucha ideológica entre las dos potencias; China y Estados unidos amenaza el panorama del comercio global, expertos manifiestan que pasaremos por un proceso de desglobalización.
Se trata del divorcio del siglo, protagonizado por el gigante asiático (China) y la potencia de occidente (Estados Unidos). Para empezar se debe mencionar que muchas empresas norteamericanas están abandonando su larga tradición de producir en China, un tanto por la parte financiera, pero bastante influenciado por la política, como es el caso de la guerra en Ucrania, donde China decidió apoyar implícitamente a Rusia, los globos «espía» y las aplicaciones chinas también suman al desacuerdo. Todo empezó en el 2018, cuando comenzaron los primeros conflictos con los Estados Unidos y se intensificaron cuando China decidió cerrar sus fábricas y puertos por las políticas anti Covid-19, lo que resultó en la decisión de diversificar proveedores.
¿Friendshoring?
El mantenimiento de buenas relaciones comerciales a largo plazo depende de la neutralidad, especialmente en lo que respecta a la política. De esta manera, es posible proteger las grandes inversiones en infraestructura y capacidad, que solo tienen sentido cuando hay una verdadera globalización e interconexión económica. La consultora Drewry advierte que cualquier cambio en el statu quo podría provocar enormes trastornos y una posible disminución del valor de los activos.
Ante la disyuntiva de elegir entre reubicar a los proveedores más cerca de los mercados (nearshoring), traer la producción de vuelta al país de origen (reshoring) o diversificar el (offshoring) hacía más socios comerciales, ha surgido la opción del «friendshoring», que consiste en priorizar los negocios con economías de confiables y con valores compartidos. En este sentido, si se opta por el friendshoring, la elección se basa en elegir países de confianza para Estados Unidos y del mismo modo en el caso de China.
¿Podría el friendshoring ser el inicio de la «desglobalización»?
En la economía estadounidense, la participación de los productos «made in China» está disminuyendo significativamente, pues se está beneficiando las importaciones de India, Vietnam y Tailandia. Por lo cual desde 2017, China ha perdido cinco puntos porcentuales como el principal proveedor de materias primas de Estados Unidos.
La economía China es fuerte y occidente es consciente de ello, pues poseen una abundante y asequible fuerza laboral, lo cual la ha convertido en un atractivo como centro de fabricación para productos consumidos en todo el mundo. Desde las computadoras a los automóviles, pasando por electrodomésticos, la ropa y maquinaria, son productos hechos a base del acero chino. Sin embargo, frente al bloque asiático, occidente sigue siendo poderoso, pues hay que tener en cuenta que es el principal cliente de China.
En consecuencia, China no puede permitirse el lujo de perder a su cliente más importante. Su ambición la ha llevado a tomar decisiones en relación comercial con Rusia, donde ha obtenido ventaja gracias a las sanciones impuestas al petróleo, gas y otras exportaciones procedentes de Rusia, beneficios que Rusia emplea para financiar la guerra en contra de Ucrania.
China ha estado fortaleciendo su posición en el escenario internacional al acercarse a Rusia, Arabia Saudita e Irán al presentarse como líder de la unión mundial, algo que Estados Unidos no ha logrado hacer. China también posee un plan de 12 pasos para reconciliar a Rusia y Ucrania. Como parte de su estrategia, China se abstuvo de votar en la Asamblea General de las Naciones Unidas por el fin inmediato de la guerra Rusia-Ucrania, junto con otros 31 países, mientras que 141 países votaron a favor del fin de la guerra. Entre los países que se abstuvieron, se encuentran aquellos que se han beneficiado de la diversificación de proveedores, como Vietnam e India.
Fuente: MundoMaritimo